Este informe analiza la evolución de la confianza del consumidor español en un contexto económico complejo, marcado por la incertidumbre, la inflación y las tensiones geopolíticas.
El índice Panorama de confianza se mantiene en valores negativos, reflejando una percepción todavía pesimista respecto al futuro económico y a la estabilidad del empleo. A pesar de una leve mejora respecto a trimestres anteriores, la mayoría de los hogares continúa mostrando preocupación por su situación financiera, lo que condiciona su consumo y planificación.
Se segmentan las respuestas por grupos de edad, niveles de apertura al cambio y sensibilidad ante los precios, ofreciendo insights valiosos sobre cómo distintas generaciones afrontan las decisiones de compra. Además, se profundiza en el impacto de los aranceles y la percepción sobre los precios, aportando claves para que las marcas puedan ajustar su estrategia de fijación de precios y comunicación en un entorno tan volátil.