Este informe proporciona una visión detallada de los retos estructurales del sector público español, ofreciendo recomendaciones prácticas para mejorar su eficiencia y adaptabilidad en un entorno global cambiante.
Se abordan desde aspectos macroeconómicos hasta enfoques sectoriales y transversales, destacando áreas como la reforma fiscal, la eficiencia del gasto público, la digitalización, el cambio climático y el envejecimiento poblacional. Además, se subraya la necesidad de coordinar responsabilidades entre niveles de gobierno y de implementar reformas estructurales para garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
El análisis muestra que España ha convergido en términos de gasto público como proporción del PIB con la media de la UE, pero mantiene una brecha en la eficiencia y calidad de sus instituciones públicas. La falta de reformas en las últimas décadas ha acentuado retos como el alto nivel de deuda, las presiones del envejecimiento demográfico y la transición hacia una economía descarbonizada. Las propuestas incluyen el fortalecimiento de la evaluación de políticas públicas, la promoción de la transparencia y la adopción de tecnologías digitales para optimizar recursos y mejorar la confianza ciudadana.