RECONOCIMIENTO / SELLO / EVALUADORES
El papel de los evaluadores es fundamental dentro del Esquema de Reconocimiento EFQM, aportan valor y ayudan a crecer a las organizaciones en busca de la excelencia. Tras las emociones vividas en el foro anual EFQM, nos hemos puesto en contacto con los siguientes evaluadores españoles: Rafael Abajo, José Ramón García Aranda, Pau Negre, Ramón Palacios Machicado, Xavier Rubiralta Costa y Sabin Linaza para conocer cómo valoran la experiencia al haber participado en la evaluación de una organización que se ha presentado al Premio EFQM 2016.
A continuación, os dejamos sus impresiones:
Rafael Abajo
Llevo ya participando en más de 15 evaluaciones para el Premio Europeo (seis como líder de equipo) y sigo pensando que merece la pena participar. Estos últimos años es incluso más reconfortante el trabajo realizado dado el carácter cada vez más estratégico de la evaluación que te obliga a aprender más y más rápido... de la organización evaluada, del resto de miembros del equipo y de ti mismo. Alguien dijo una vez que hacer una evaluación EFQM era como hacer un MBA ultrarápido. No le faltaba razón. Las organizaciones tienen un nivel muy alto en gestión y tienes la oportunidad de ver en acción algunas de sus mejores prácticas, los compañeros de equipo son excelentes profesionales y tú mismo tienes oportunidad de aprender de tu comportamiento al exponerte durante la evaluación.
Desde 2015 se hace más hincapié en el carácter estratégico de la evaluación y nos obliga a ser más incisivos en las razones estratégicas del evaluado. Por eso son cada vez más gratificantes las evaluaciones. Es verdad que hay que seguir evaluando y pidiendo evidencias de todo lo que el modelo pide, pero sin perder de vista que todo tiene que tener coherencia (a buscar y analizar). Por eso es vital la reflexión sobre los Temas Estratégicos de la organización evaluada... que a veces no coinciden con los que el evaluado tiene en su estrategia y puede resultar un gran hallazgo y un gran desafío para la organización.
Xavier Rubiralta Costa
Esta participación supone una dedicación presencial de casi dos semanas, en un equipo internacional de siete miembros y con unos procesos consolidados pero en mejora continua. Tanto los evaluadores como las organizaciones, acumulan una gran experiencia en el modelo y mucho recorrido en su aplicación.
Dependiendo de los casos, uno puede enfrentarse a la dificultad de evaluar organizaciones de culturas muy diferentes y reuniones con intérpretes. Estos retos suponen un esfuerzo y mejora en la conducción de las reuniones. A la vez, tanto el consenso en un equipo de siete como su dinámica, implican un aprendizaje en la tarea de coordinación.
Compartir con personas de diferentes países y extensos bagajes personales y profesionales, supone una puesta al día profesional y ampliar la visión de los retos a que se enfrentan nuestras sociedades.
José Ramón García Aranda
La principal sensación que queda al acabar el proceso es la de haber formado parte de algo completamente diferente a otras dinámicas de evaluación, en una sistemática de análisis de alta complejidad -las organizaciones candidatas poseen brillantísimos historiales de éxito- y rigurosidad en todas sus etapas -desde la propia selección de evaluadores-. Ese grado de exigencia hace que estemos ante el reconocimiento más prestigioso -y extendido- a nivel internacional en el ámbito de la excelencia en la gestión.
Así mismo, trabajar codo con codo con evaluadores de reconocida profesionalidad y contrastada experiencia hace que toda la experiencia sea extremadamente enriquecedora, tanto en el plano personal como profesional, generándose vínculos muy cercanos con otros compañeros de equipo gracias a la intensidad del proceso.
Sin duda alguna, ha sido un privilegio y un auténtico honor haber vivido en primera persona todo el proceso, donde el aprendizaje sobre cómo ha de ser una evaluación de clase mundial compensa con creces la gran dedicación y esfuerzo, individual y colectivo, realizado.
Pau Negre
Mi experiencia como evaluador en el Premio EFQM 2016 ha sido francamente positiva. Si tuviera que definirla brevemente, diría que ha sido una experiencia de alto nivel de aprendizaje y networking en un entorno multicultural.
Cualquier evaluación EFQM es un ejercicio de aprendizaje, pero lo es todavía más en el caso del Premio EFQM, ya que todas las organizaciones evaluadas son punteras o referentes y los evaluadores EFQM que participan son los mejores, hecho que te permite aprender de las buenas prácticas de las organizaciones evaluadas y de la experiencia y diferentes enfoques del resto de evaluadores.
Cabe añadir que, el hecho de evaluar organizaciones de nacionalidades y culturas diferentes, te exige una aproximación al Modelo EFQM distinta a la habitual para poder adaptarlo a la organización evaluada.
Además, durante todo el proceso he tenido la oportunidad de conocer a muchos evaluadores EFQM de diferentes nacionalidades, así como miembros de las organizaciones participantes y de la EFQM.
Ramón Palacios Machicado
Mi experiencia en una evaluación europea ha sido muy positiva a la vez que intensa e interesante. Trabajar en un entorno internacional, aporta una visión más amplia del modelo EFQM, tanto desde el punto de vista del equipo, donde estábamos 7 personas de 5 nacionalidades distintas, como de la organización visitada, que en mi caso tenía una mezcla de culturas de varios países.
Hay veces que no resulta fácil consensuar entre tantas personas de diferentes culturas, pero el resultado tiene más valor por ser algo contrastado en el entorno multicultural.
Además era una organización con un sistema de gestión muy avanzado donde el reto está en sugerir recomendaciones de mejora de todos los criterios del modelo. Ha sido un trabajo duro que ha merecido altamente la pena participar por lo que aprendes del entorno donde se desarrolla la evaluación.
Sabin Linaza
Participar en una evaluación del EEA es siempre una experiencia exigente y satisfactoria; una de los desafíos es la construcción de un equipo eficaz que se une para un esfuerzo intenso y corto, capaz de aportar valor a la organización candidata, son de destacar la madurez y solidez de este proceso y el apoyo por parte del equipo humano de EFQM durante esta fase. Tras la finalización del proyecto creo que todos los evaluadores hemos crecido profesionalmente.
Por otro lado, la interacción con la organización evaluada, el conocer su cultura y prácticas de gestión ha sido enriquecedor; los directivos y sus colaboradores han sido capaces de dar respuesta a los mismos desafíos que todas las organizaciones afrontan de manera ajustada a su contexto y con magníficos resultados, me reafirma en la opinión de que el Modelo EFQM es un gran marco de referencia y que la Excelencia es más un camino que una meta.