Con una clara vinculación con el tercer sector, la Fundación Claror ha sido una de las socias del Club Excelencia en Gestión que mayor previsión ha demostrado en cuanto a las medidas adoptadas para luchar contra el coronavirus. Empezó a restringir el acceso a sus centros deportivos semanas antes de que la crisis estallara, algo que le valió duras críticas de inicio, pero que se ha visto que era acertado.
Además, una vez cerrados al público, algunos de sus espacios han sido cedidos para ser transformados en improvisados hospitales de campaña en una de las zonas más castigadas por la COVID-19: Barcelona. Por ejemplo, el polideportivo Claror Marítim se ha convertido en una ampliación del Hospital del Mar, aumentando en 70 su número de camas.
La Fundación Claror es una entidad catalana privada sin ánimo de lucro que promueve el deporte, la salud y el ocio para toda la sociedad. En estos momentos gestiona en régimen de concesión administrativa cuatro centros deportivos localizados en Barcelona.
Al no estar permitida su apertura al público por las medidas de confinamiento, está incluyendo semanalmente actividades online para mantener en forma a todos esos socios (y no socios, ya que han dejado contenidos en abierto) que ahora han de estar metidos en casa el máximo tiempo posible.
Vemos así cómo la Fundación ha sabido adaptarse rápidamente a la situación actual a través de las buenas prácticas y sirviendo como apoyo a las necesidades de la sociedad. Tanto en forma de aportación de espacios para desahogar los servicios sanitarios como aportando información de consejos de salud, de manera que la vuelta a la normalidad, cada vez más cercana, sea más liviana para todos.
