Málaga, octubre 2018
El Club Excelencia en Gestión ha participado en las jornadas JOMCAL celebradas en Málaga, unos encuentros que comenzaron en el año 2000 y son una referencia en el marco de la gestión en la Administración. La temática tratada ha versado sobre aspectos relacionados con la Calidad, la Modernización e Innovación en la Gestión Pública Local, la Atención a la ciudadanía, la gestión del cambio, la planificación estratégica municipal, Administración electrónica y nuevas tecnologías siempre dentro del ámbito de la Administración Local.
Según Manuel Serrano, Jefe del Servicio de Calidad y Modernización del Ayuntamiento de Málaga, estas Jornadas “tras sobrevivir a la crisis, siguen siendo punto de encuentro de muchas personas que acuden cada dos años a la cita con el cambio organizativo.”
Esta décima edición se ha desarrollado bajo el lema “Sin compromiso no hay transformación”, “es decir, se parte del convencimiento de que al igual que la sociedad cambia también lo tienen que hacer las administraciones y, ello, pasa necesariamente por el compromiso de todas y todos los implicados.”
Organizadas en colaboración con la FEMP, y la participación de Entidades como el Club, representado por Mercedes Hernández, Directora de Socios, se han diseñado a través de quince “seminarios de pensamiento”, y 3 mesas de debate estratégico, para analizar “retos, líneas de acción y compromisos” que las administraciones locales tienen por delante ante la transformación de la sociedad y el cambio generacional. Un monográfico sobre sus debates y conclusiones se editará, en los próximos meses, para que sirva de fuente y ayuda a la planificación de la transformación a quienes deben abordar cambios en los próximos años.
Las JOMCAL son un reflejo de la evolución en los sistemas de calidad y excelencia en opinión de Manuel Serrano que las entiende como “un fiel reflejo de la evolución de la calidad, la excelencia y la modernización en las administraciones. En los inicios del milenio, en las ediciones de 2000 y 2002, la estructura se centraba en traer expertos (p. ej. en EFQM) que impartieran lecciones formativas, lo más prácticas posible, eso sí, orientadas a asesorar a quienes se planteaban su aplicación. Con los desarrollos y avances de planes de calidad en cada vez más Entidades, 2004 y 2006 fueron años donde lo que más buscábamos era intercambiar y aprender de las buenas prácticas, entre ellas algunos casos de éxito en autoevaluación. Las ediciones de 2008 y 2010, con la irrupción de la crisis incluida, fueron años de replantearnos qué hacíamos, hacia dónde íbamos con cada ámbito de intervención por su lado (gestión, TIC, calidad y excelencia, participación…) Iniciamos discursos de integración, de abordajes holísticos y globales, de relación de unos instrumentos con otros, de visiones compartidas entre sectores del cambio mientras asistíamos a dificultades para gestionar calidad y/o excelencia.”
En los años 2012, 2014 y 2016 los organizadores se plantearon la resiliencia y la procrastinación porque había que salir de la crisis y podían ser motivos de avance el seguir con el reto de la e-administración, la orientación y participación de la ciudadanía, la gobernanza y la innovación. Calidad y excelencia seguían teniendo dificultades de visualización de impactos positivos en los retos del momento.
Esta edición de 2018 se ha centrado en analizar y debatir sobre el futuro mediato, el horizonte 2023 del próximo periodo corporativo. Entre otras cosas, cuál debe ser el rol de la calidad y la excelencia en el abordaje del cambio organizativo (y generacional) al que deben enfrentarse los gobiernos locales.
” Y en este escenario cambiante y de limitación de recursos, de planificaciones y evaluaciones integrales, de contenido de sostenibilidad de gobiernos locales, de innovación o administración inteligente,… la autoevaluación, el modelo EFQM ¿qué papel puede desempeñar? Para mí el modelo, sin tener que cambiar necesariamente, debe orientarse a aportar valor a los dos grandes objetivos organizacionales en lo local: las estrategias de transformación basada más que nunca el viejo concepto de “búsqueda de la excelencia” y la orientación a resultados a la sociedad.
