Este documento establece una hoja de ruta ambiciosa para modernizar la administración pública española, mejorar la accesibilidad de los servicios digitales, y avanzar hacia una gestión más eficiente, inclusiva, personalizada y orientada al dato.
El plan contempla tres ejes estratégicos: la transformación digital de la Administración General del Estado (AGE), proyectos tractores en sectores clave como sanidad, justicia, empleo o inclusión, y la digitalización de Comunidades Autónomas y Entidades Locales. Para ello, se desplegarán 17 medidas estructuradas en torno a la automatización inteligente, la interoperabilidad, la identidad digital, la ciberseguridad y la experiencia del usuario.
Entre los elementos clave destacan iniciativas como el desarrollo de una App Factory para servicios públicos móviles, el fortalecimiento del DNIe en el móvil, el despliegue de un Centro de Operaciones de Ciberseguridad, la implementación de un puesto de trabajo inteligente para empleados públicos, o el impulso a políticas públicas basadas en datos abiertos. Asimismo, se apuesta por plataformas compartidas y soluciones reutilizables para lograr eficiencia y sostenibilidad a largo plazo.